Nueva York en verano

A pesar de haber visitado Nueva York en varias oportunidades, durante el verano, aún tengo una larga lista de sitios y actividades pendientes por hacer.  Esta ciudad maravillosa tiene una cantidad increíble de atracciones, museos, sitios históricos, galerías de arte, restaurantes, parques, tours, actividades comunitarias y eventos culturales durante todo el año.  Todo eso sin dejar de lado que con sólo caminar por allí y observar a su alrededor presenciarán todo un espectáculo de vida citadina.

Nueva York es una ciudad costosa, de eso no hay duda, pero aún así se pueden lograr precios razonables tanto en alojamiento como en comidas, compras y atracciones, si hacemos nuestra tarea de investigación.  No hay nada que no podamos encontrar en el Internet sobre esta ciudad, desde vuelos hasta rutas de autobuses y subways, pasando por tiendas, tarjetas de descuento para atracciones y museos, eventos, mapas, el pronóstico del tiempo, todo, absolutamente todo se puede consultar antes y durante nuestra estadía, incluyendo una larga lista de actividades gratuitas para el disfrute de toda la familia.

Si su lista incluye museos, de los cuales Nueva York tiene de los mejores del mundo, verifiquen los precios de las entradas en los sitios web de los mismos.  Si aparece que es donación sugerida, tengan en cuenta que no tienen que pagar el precio completo, sino lo que puedan y consideren conveniente dentro de su presupuesto.fullsizeoutput_4be  Adicionalmente, casi todos los museos ofrecen un día o tarde de entrada libre, generalmente los viernes.  Durante el verano, existen eventos especiales en los cuales, un grupo de museos pueden ser visitados sin costos en fechas y horas específicas.

La temporada cultural del verano es al aire libre y los parques y plazas se convierten en escenarios de los más variados eventos, como conciertos de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, proyección de clásicos del cine, clases de bailes de salón, salsa y otras modalidades y puestas en escena de obras teatrales, como el famosísimo Shakespeare in the Park.IMG_8029 Son eventos de gran calidad artística y muy apreciados por la comunidad que no pierde la oportunidad de disfrutar de las bellas artes y los bellos parques citadinos al mejor precio…gratis!

Nueva York es un conjunto de islas y su actividad marítima y fluvial es intensa e interesante.  Podemos disfrutar de un hermoso y, por ahora, gratuito paseo en el ferry que sirve de transporte a Staten Island. fullsizeoutput_144 Las vistas del bajo Manhattan y la Estatua de la libertad son de las mejores que se pueden lograr, aparte de tener la oportunidad de explorar parques, museos, tiendas y restaurantes en este sector, poco frecuentado por turistas.

Como ya les comenté, Nueva York posee cientos de parques y plazas donde disfrutar de un almuerzo al aire libre, su libro favorito o, simplemente mirar a la gente pasar.  Si va al Parque Central o a Prospect Park (Brooklyn), hay además variadas atracciones y edificaciones, lagos, monumentos, parques de diversiones, pistas de patinaje, zoológicos y un largo etcétera de cosas que ver y hacer. IMG_8577 Esta ciudad también exhibe un número plural de puentes con pasos peatonales, desde los cuales se pueden disfrutar de magníficas vistas de la ciudad, desde distintos ángulos y ubicaciones.

La feria dominical de la Avenida de las Américas (Sexta para los neoyorquinos), desde la calle 42 hasta la 56, es una buena manera de pasar un domingo, saboreando comidas de diversas partes del mundo y comprando regalitos en los distintos puestos, mientras disfruta de música de distintos países.IMG_6207  Y si está por el área de Harlem domingo, baje hasta la calle 110, entre al Central Park por su lado norte y diríjase al sector del lago Harlem Meer, lo más seguro es que se encuentre con algún concierto de géneros caribeños como salsa y merengue.  Aún no he ido a uno, pero me han sido muy recomendados por amigos que residen en la ciudad.

Adicionalmente, existe la oportunidad de que haya alguno de los muchos desfiles, fiestas callejeras y ferias de barrio que se realizan en la ciudad durante la temporada, en especial los fines de semana.  Me he topado con todas estas variantes, sin planearlo y es realmente divertido.

Para información más precisa de eventos y actividades durante su estancia, consulten el sitio web www.timeout.out/newyork para planificar con tiempo, especialmente recomendable en el caso de los conciertos de la Filarmónica y Shakespeare in the Park.

Datos prácticos sobre Nueva York.

Photo by Asael Peña on Unsplash

TRANSPORTE:

El transporte público es, relativamente, eficiente y muy seguro.  Ocasionalmente hay retrasos como en todos lados, pero en vacaciones, no hay prisa, cierto?

wells-baum-421064-unsplash.jpgPhoto by Wells Baum on Unsplash

Para utilizar el sistema, que combina subterráneo  y autobuses, deben comprar una tarjeta (MetroCard) que cuesta US$2, el costo por viaje es de US$2.75.  Si van a estar en la ciudad más de 5 días y estiman que harán más de doce viajes, es recomendable elegir la opción ilimitada de 7 días por US$31 y podrán hacer todos los viajes que quieran. Si no van a usar tanto el transporte público, carguen por valor en lugar de tiempo.  Para orientación e información actualizada de rutas, pueden utilizar el app TripPlanner del MTA o Citymapper, en su teléfono celular o tableta.

COMUNICACIONES:

La conectividad de sus dispositivos electrónicos es posible sin adquirir una tarjeta de telefonía, pues hay WiFi gratuito en casi todas las estaciones de metro y en los autobuses.enrique-alarcon-712753-unsplashPhoto by Enrique Alarcon on Unsplash

También brindan conexión gratuita muchas de las grandes tiendas, como Macy’s y en cafeterías como Starbucks y Panera.  Además, hay hotspots en diversos parques y áreas públicas, pero si prefieren comprar el servicio, asegúrense de tener un teléfono desbloqueado que permita utilizar tarjeta de cualquier proveedor.

MOVILIZACION:

Otra cosa a tomar muy en cuenta, al visitar esta ciudad, es el calzado.  A menos que circulen por la misma en automóvil, tendrán que caminar, y mucho, por lo que un calzado cómodo es vital o se les puede arruinar el paseo.

chris-dickens-426377-unsplashPhoto by Chris Dickens on Unsplash

Los neoyorquinos caminan muy rápido y con cierto orden.  Para evitar tropiezos en su desplazamiento, manténganse caminando por la derecha, tratando de dejar un espacio prudente entre ustedes y los edificios, pues todas las puertas abren hacia afuera y pueden ser golpeados, accidentalmente, si están muy cerca.  No se detengan abruptamente mientras caminan.  Si quieren hacerlo, para orientarse o tomar fotografías, desplácense hacia su extrema derecha mientras bajan la velocidad y traten de mantenerse fuera del camino de los demás, ellos agradecerán la consideración.

CLIMA:

La temperatura puede fluctuar hasta 10 grados en un mismo día, por lo que siempre es bueno llevar algo con que abrígarse, dependiendo de la época del año.

william-bout-664893-unsplash.jpgPhoto by William Bout on Unsplash

Tanto en las noticias locales como en línea, pueden consultar el estado del tiempo para el día y prepararse para lo que venga.  Los pronósticos son muy acertados, pero deben mantener la vigilancia a diario para que no se lleven sorpresas por cambios inesperados.  Si se fijan bien, los neoyorquinos (los reconocerán por estar vestidos de tonos oscuros hasta en verano) siempre llevan una mochila de tamaño moderado, donde llevan abrigo, paraguas y un envase térmico con agua, además de un cambio de ropa y zapatos, ya sea para ir al gimnasio o de fiesta más tarde.  Imitarlos no es mala idea, ellos saben lo que hacen, conocen los caprichos del clima y lo largo de los desplazamientos para ir y volver al teatro o a cenar al final del día, así que andan preparados.

COMIDAS:

A la hora de comer, esta ciudad es un paraíso, pueden encontrar lo que quieran de cualquier cocina del mundo.  Sin embargo, no dejen de probar tres cosas que representan la esencia de la gastronomía neoyorquina:  la pizza local (New York slice), el bagel con queso crema y salmón y los afamados sandwiches de pastrami de alguno de los, cada vez más escasos,  «deli» tradicionales.

christine-siracusa-238375-unsplash.jpgPhoto by Christine Siracusa on Unsplash

La mejor opción, por supuesto, es consultar con el personal del hotel o el guía del tour, ellos saben donde comer bien y a precios razonables.  Indíquenle por qué áreas piensan pasar el día y les darán los mejores consejos.

DINERO:

En todos los Estados Unidos, la propina es de rigor en los sitios de servicios, como restaurantes y hoteles.  En Nueva York, el mínimo de propina en un restaurante es de 18% y una forma rápida de calcularlo es tomar el impuesto sobre el servicio recibido (Sales tax) que aparece en la factura, y duplicarlo, para tener un monto aceptable.  En muchos casos, aparecen porcentajes y montos sugeridos en la cuenta y se puede seleccionar el que deseen dar.

sharon-mccutcheon-556371-unsplash.jpgPhoto by Sharon McCutcheon on Unsplash

En el caso de los hoteles, a las recamareras se les debe dejar la propina diariamente, pues las rotan y si dejamos la propina al final de nuestra estadía, solo una de las que asearon nuestra habitación la obtendrá.  En promedio, US$2 diarios es una suma aceptable, a menos que sean muy desordenados o hayan ensuciado mucho la habitación, en cuyo caso, sería de elemental cortesía aumentar esa cantidad proporcionalmente.  A los botones, si se encargan de nuestro equipaje (siempre preguntarán primero si deseamos asistencia), un promedio de US$1-2 por maleta, dependiendo del tamaño y peso, es lo correcto, y un par de dólares más por conseguirnos un taxi será muy apreciado.  Por cierto, también se da propina a los taxistas, así que no olviden dejar algo de dinero para el que los lleve de vuelta al aeropuerto al final del viaje.

Dependiendo qué parte de la ciudad visiten, puede que haya sitios que no acepten tarjetas de crédito, como en Chinatown donde muchos negocios se manejan, exclusivamente, con efectivo.  Siempre es recomendable llevar algo de dinero para  evitar contratiempos, pues muchas tiendas y cafeterías pequeñas no aceptan dinero plástico.  Billetes de US$20, o denominacionesmás bajas, son lo más recomendable, pues no es tan fácil cambiar billetes de US$50-100.

Con estos datos y sus ganas de viajar, estarán más que preparados para pasar unos días inolvidables en la capital del mundo.

Bocas del Toro, el Caribe en todo su esplendor.

Bocas del Toro es una provincia en el extremo noroccidental de la República de Panamá, colindando con la provincia de Chiriquí, la comarca Gnäbe Buglé, la provincia de Limón en Costa Rica y el Mar Caribe.  En ese mar de increíble belleza, está el archipiélago de Bocas del Toro, un rosario 9 islas y decenas de islotes y cayos, llenos de hermosos entornos  naturales que encantaron al propio Almirante Cristóbal Colón, cuando las recorrió en 1502.

La ciudad de Bocas del Toro, ubicada en isla Colón -la más grande del archipiélago- es pequeña y muy caribeña, con una historia que data de 1826, cuando los primeros inmigrantes de las Antillas de habla inglesa llegaron y se encontraron con las distintas etnias nativas y unos pocos colombianos (Panamá era un departamento de Colombia para aquella época).  Después llegaron chinos, alemanes, ingleses y norteamericanos, al igual que algunos franceses e italianos, lo que convirtió a los habitantes de la pequeña ciudad en  gente muy cosmopolita.

Su arquitectura caribeña, se mantiene viva en casas de madera de vivos colores, muchas sobre el mar en palafitos.  La gente se mueve a pie o en bicicletas que pueden alquilar por unos pocos dólares y los taxis también son muy baratos.  Para ir a otras islas existen los taxis marítimos, por lo que la movilización es muy fácil.

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Los meses de abril, mayo, septiembre y octubre son los mejores para visitar el archipiélago, pues no hay casi viento y el mar parece una piscina.  Todas las playas están espectaculares en esta época y se pueden hacer paseos a la Isla de los Pájaros, a los Cayos Zapatillas e isla Escudo de Veraguas, de forma segura al no haber casi oleaje, trayectos no recomendables en otras épocas del año.

Si lo que prefieres es el surf, desde noviembre hasta marzo podrán disfrutar de las mejores olas, aunque hay sitios en los que hay olas todo el año.  Existen varios puntos donde ir a surfear, siendo los preferidos por los surfers Cayo Carenero, playa Bluff en isla Colón y otros puntos de la costa de esta isla y de isla Bastimentos.

Hay playas, como la de las Estrellas, llamada así por ser residencia de muchas estrellas de mar, donde se puede ir todo el año y siempre encontrarán aguas tranquilas.  Otras actividades son los paseos para avistamiento de delfines, snorkeling en arrecifes coralinos o manglares y buceo de profundidad.  Hay una muy reputada escuela de buceo, donde pueden aprender a bucear y obtener certificación PADI.

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Pero no todo es mar y playa, también hay bosques tropicales húmedos donde pueden hacer senderismo guiado para ver animales como monos aulladores, perezosos y la famosísima ranita roja (aunque hay de otros colores), una diminuta rana que habita en la isla de Bastimentos, que forma parte del Parque Nacional Marino.  La isla de los Pájaros es un santuario de aves, donde anidan muchas especies, tanto endémicas como migratorias, lo que la hace un paraíso para los aficionados a su observación.

Cabe destacar que, por su posición geográfica, la república de Panamá, incluyendo su costa en el Caribe, se encuentra fuera de la ruta de huracanes. Este hecho convierte al archipiélago en sitio preferido de veleristas que cuentan con tres marinas donde pueden mantener sus veleros de forma temporal o permanente, muy seguros.  Algunos brindan tours por las islas del archipiélago, servicio que también ofrecen cooperativas de locales en botes a motor.

Y si de comer se trata, no se preocupe, tanto en Bocas como en Carenero y Bastimentos, podrá disfrutar, no sólo de las delicias locales, sino de una variedad de comidas internacionales que incluyen china, italiana, india, fusión thai, norteamericana, mediterránea, bocatoreña gourmet y cocina de autor. Hay para todos los gustos y presupuestos, pero lo más importante es que, no importa donde vaya, la comida es deliciosa.

 

 

Organizando un viaje: armando el itinerario.

Armar un itinerario puede ser tan fácil como contratar tours organizados y no tener que preocuparse de nada más que estar listos a la hora que indicada o tan complicado como programar visitas y actividades para 8 personas de distintas edades y gustos.

Cuando vamos a una ciudad por primera vez, es aconsejable hacer algún tipo de tour de la misma, sea en bus o a pie, que nos permita familiarizarnos con ella, tomar nota de las recomendaciones de los guías sobre sitios a donde ir,  comer o pasear y detalles sobre la seguridad y costumbre de sus habitantes.  Los tours nos permiten conocer información sobre la historia y cultura de la ciudad y la idiosincrasia de su gente, hacer preguntas específicas al guía, visitar sitios que nos interesan y recorrer áreas que, probablemente, no visitaríamos por nuestra cuenta.  Estos tours pueden ser generales o temáticos (historia, gastronomía, arquitectura, etc.), aunque casi todos entrecruzan información de otros temas como complemento.

Luego hay que determinar los intereses individuales de cada miembro de la familia o grupo, mas allá de los sitios y actividades turísticas básicas.  Habrá quien desea ver una obra de teatro, otro que desea ir de compras, los niños requrirán actividades apropiadas a su edad, habrá aficionados al arte, la arquitectura o la música y, así se va haciendo larga la lista y se debe llegar a acuerdos.  Si deciden que van a estar siempre juntos, se puede asignar un día para cada actividad o, si esto no es práctico, el grupo se puede dividir y los que quieren ir de compras aprovechan para hacerlo el día que se lleva a los niños al museo de ciencias.  Siempre es recomendable acordar una hora de encuentro, ya sea en el sitio de alojamiento o en el sitio donde van a cenar, por ejemplo, para reunirse, comer y comentar su día, de modo que se mantenga el espíritu familiar o de grupo.

El itinerario debe ser lo suficientemente realista para que se pueda cumplir con las expectativas de todos y, también flexible para compensar por situaciones como mal clima o retrasos en el tránsito para llegar de un sitio a otro.  Siempre se deben considerar   los horarios de las atracciones y las distancias entre los sitios que se planea visitar el mismo día.

Lo más importante es que todos vuelvan contentos y lleguen a casa con ganas de empezar a planear el próximo viaje.

Organizando un viaje: Alojamiento y transporte.

Photo by KEEM IBARRA on Unsplash

Hay tantas formas de viajar como viajeros existen.  Hay quienes llegan a un lugar y ni hotel tienen reservado (cosa que no recomiendo), pues su idea es ir de aventura;  quienes prefieren estar en un resort todo incluido y no tener ni que pensar qué actividades realizar o quienes preferimos asegurar algunas cosas importantes como alojamiento, traslados desde y hacia el aeropuerto y uno que otro tour y darnos la libertad de improvisar, poco o mucho, durante el desarrollo de la visita.

Considero que, en el tema del alojamiento, no debemos improvisar, pues si no conocemos nuestro destino muy bien, podemos encontrarnos con que los hoteles estén llenos a capacidad por fiestas, convenciones o similares.  Cuando esto ocurre, por lo general, se termina pagando mucho más de lo planeado por el alojamiento porque, obviamente, los sitios más económicos son los primeros en llenarse o, nos toca quedarnos en puntos poco céntricos y añadir costos de transporte que no se habían contemplado.

También hay que considerar cuántas personas viajarán para determinar qué tipo de alojamiento es más conveniente.  Cuando viajo sola o con mi familia, donde todos pasamos de los 50, un hotel céntrico en una calle con fácil acceso a transporte y sitios donde comer, es de rigor.  También procuro que la calle cuente con mucha actividad en las noches, pues a mayor actividad, mayor seguridad.  En el caso de viajar con niños, un área  residencial y más tranquila puede ser preferible para facilitar el control de estos, lo que podría ser complicado si se camina entre una multitud.  Si de grupos se trata, dependiendo de la cantidad de personas, la posibilidad de alquilar un apartamento o compartir habitación en un hostal puede funcionar.  Obviamente, hay que considerar la edad de los viajeros, sus necesidades físicas y sus preferencias de privacidad.

En cuanto al traslado ida y vuelta al aeropuerto, aunque en muchas ciudades hay acceso a transporte público en los mismos, andar con equipaje y sin conocer bien las estaciones de trenes, metro o autobuses puede convertir la llegada en una odisea.  No todas las estaciones cuentan con ascensores o escaleras eléctricas.  Algunas son terminales muy concurridas y si llegamos en horas de alto tráfico, podemos quedar a merced de una marejada humana que nos arrastre con todo y maletas.  Por estas razones, al menos la primera vez, recomiendo contratar algún servicio, ya sea privado o de shuttle o tomar un taxi del aeropuerto al hotel.  Ya de regreso, dependiendo de qué tan cómodos se sientan con el transporte público, pueden usar esa opción.

En cualquiera de los casos, es importante la comunicación entre todos los viajeros y escuchar las inquietudes de cada quien en cuanto a las opciones disponibles para elegir una que sea aceptable, cómoda, satisfactoria y asequible para todos.

Organizando un viaje: ¿solo o en grupo?

Photo by Tommaso Pecchioli on Unsplash

He hecho varios tipos de viajes.  Al principio sólo viajaba con mi familia y mi hermana era la que organizaba, pero hace catorce años emprendí un viaje con mi madre y fui la organizadora de todo.  Me encantó la experiencia y, a partir de ese momento, sólo he hecho un viaje que no ha sido organizado por mí.  He viajado con miembros de mi familia y con amistades tanto en grupo como individualmente.  Ultimamente he hecho un par de viajes sola y, en todas las ocasiones, lo he disfrutado mucho.

Viajar en grupo de familia o a amigos tiene sus ventajas: se comparten gastos, estamos entre conocidos y disfrutamos de tiempo de calidad en cantidad, cosa que no siempre es posible cuando estamos en casa.  También tiene sus desventajas, obviamente, nada es perfecto.  No se comparten ciertos gustos, estar juntos todo el tiempo puede ser cansón, no se interactúa mucho con personas fuera del grupo, no se tienen los mismos hábitos ni horarios, no todos tienen la misma energía, ciclos o entusiasmo por las mismas actividades.

Viajar con su pareja o un amigo de mucha confianza es más fácil que ir en grupo, aunque no se compartan los mismos gustos, objetivos y hábitos, pues es más fácil distribuir el tiempo entre las actividades que dejen a ambos satisfechos.  También facilita la interacción con personas del lugar, sin sentirse expuesto o inseguro, pues nuestro compañero de viaje nos acompaña.  Sin embargo, para algunos, un grupo de más de dos es más divertido y brinda mayor seguridad al estar en sitios desconocidos.

Viajar solo es un reto que, cada vez más, las personas enfrentan.  Ir a un lugar desconocido, o poco conocido, con pocos o ningún contacto a quién acudir, puede ser atemorizante, pero también puede ser una experiencia que contribuya a crear confianza y seguridad en uno mismo.  Te obliga a interactuar con los locales porque no tienes con quien conversar. Te permite libertad de movimientos, satisfacer tu curiosidad, recorrer tanto o tan poco como quieras, olvidar los horarios y desarrollar tu sentido de orientación al máximo.  Por momentos, no será tan divertido, como cuando quieres ir a algún lugar pero ir solo puede ser algo riesgoso o mal visto, pero por lo demás, es algo que pienso que todos debemos intentar, aunque sea, una vez en la vida.

Lo más importante al organizar un viaje es que todos los participantes tengan interés en el destino y puedan satisfacer sus expectativas, por lo que hay que tomar en cuenta los gustos, deseos y presupuesto de todos al elegir el destino, vuelos y alojamiento, pero sobre todo, al armar el itinerario, temas de los que hablaremos en próximas entradas.

Organizando un viaje

Hay muchas cosas a tomar en cuenta al momento de organizar un viaje.  Primero tenemos que seleccionar el destino y la época del año en que queremos o podemos viajar.  Luego se inicia la investigación sobre vuelos, hospedajes, seguros, requerimientos legales, actividades, tours, distancias entre sitios de interés, medios de transporte, sitios para comer…en fin, si es un lugar que no se conoce y donde no tenemos amistades, hay que documentarse bien para no tener problemas.

Si tenemos flexibilidad de tiempo o elegimos el destino primero para luego planificar nuestras vacaciones en la fecha más adecuada, podemos iniciar la investigación determinando qué fechas son menos costosas, más tranquilas, menos frías o calurosas, dependiendo de nuestras preferencias o presupuesto.  Por regla general, en las regiones de cuatro estaciones, los meses de transición entre temporadas (mayo, junio, septiembre y octubre) son más agradables en cuanto a clima  y los meses más crudos del invierno suelen ser los de tarifas más bajas.  En las regiones tropicales, esto varía dependiendo de qué continente u océano se trata,  y cuál es su ubicación con respecto a la línea ecuatorial.

Cada destino tiene sus particularidades, por lo que hay que hacer la investigación de forma específica.  Puede ser que en septiembre es más económico viajar a Europa, pero si se decide ir a una ciudad que tiene festividades o convenciones en esas fechas, todo se encarece.  Es muy importante estar prevenido de estas situaciones antes de pagar pasajes o nuestro presupuesto puede sufrir un gran golpe con el hospedaje, o peor aún, no encontrar hospedaje disponible.    Por lo general, se dispone de 24 a 48 horas para pagar los pasajes, una vez reservados, por lo que recomiendo verificar el hospedaje antes y luego reservar ambos el mismo día.

Si lo que tenemos es una fecha específica (vacaciones fijas o un evento al que queremos asistir), entonces es conveniente planificar con mayor anticipación para lograr las mejores tarifas si es una época de mucho movimiento o en temporada alta.  Si el evento es muy especial podría atraer mucha gente de otras ciudades o países, lo que provocaría aumentos en las tarifas de vuelos y hospedajes.  Viajar durante las fiestas de fin de año es un ejemplo de esto y reservar vuelos y hoteles con mucha anticipación les puede ahorrar muchos dólares y dolores de cabeza.

Lo primero que hago cuando quiero visitar una ciudad es buscar el sitio web de la oficina de turismo de la misma  como punto de referencia.  Si no hay un sitio web oficial de turismo de la ciudad, busco el del país y parto desde allí.  En estos sitios se condensa información importante sobre costumbres y cultura, transporte, requerimientos legales, sitios de interés, eventos, actividades, aparte de hospedajes y tours.  Es sumamente importante asegurarse de que nuestros documentos de viaje cumplen con los requisitos del país que visitemos, así que, de no encontrar un sitio turístico del mismo, recomiendo informarse en el consultado respectivo.  Adicionalmente, Google es un recurso muy valioso para encontrar información respecto a cualquier lugar del mundo y, si se trata de un lugar considerado turístico, TripAdvisor es una fuente de información importante.

En cuanto a vuelos, Google Flights es mi sitio favorito para investigar cómo llegar a un sitio y para darle seguimiento a las tarifas aéreas.  Es muy fácil de usar, sólo le indicas las ciudades o aeropuertos de salida y llegada, si el vuelo es ida y retorno o sólo una vuelta, cuántos pasajeros, en qué sección, las fechas deseadas y, en cuestión de segundos, tendrás una lista de vuelos, aerolíneas, horarios, escalas  y tarifas para elegir.  Puedes refinar la búsqueda indicando si deseas vuelos con o sin escala y cuántas, aeropuertos de conexión, precio, horarios, aerolínea y duración del vuelo.  De la lista, se selecciona el vuelo de preferencia de ida y luego el de retorno, dando como resultado un itinerario con enlaces para hacer las reservas, según tarifas y la posibilidad de recibir o compartir el itinerario por correo electrónico y darle seguimiento al precio.  Cada vez que cambie la tarifa, recibirás un correo con la información, más fácil, imposible.

Para búsqueda de hospedaje, Trivago o TripAdvisor pueden ser de mucha ayuda, incluso si tiene algún programa de lealtad con alguna cadena de hoteles, pues le suministran información adicional como ubicación, sistemas de transporte público y actividades/sitios/restaurantes cercanos y muchos comentarios/opiniones de huéspedes, así como la posibilidad de filtrar las preferencias (Desayunos, vecindario, amenidades, etc.) y listarlos por puntuación, presupuesto, localización y otros.  Son sistemas que nos ahorran una considerable cantidad de tiempo, brindándonos información actualizada de muchas opciones de hospedaje.  No hay que perder de vista que estos sitios web son agencias de viajes en línea, por lo que podría darse el caso de que los primeros resultados sean propuestas de sus clientes preferenciales.  Eso no les resta credibilidad, lo comento sólo para que estén informados.   En mi caso, investigo con ellos, pero siempre voy al sitio web del propio hotel para comparar y ver si tienen alguna oferta o mejor tarifa por reservar directo.

Algo muy importante que mucha gente no revisa durante la organización de un viaje, es el clima. Hay sitios donde el clima es tan cambiante que la variación en temperaturas puede ser de 10 grados en unas cuántas horas y se debe ir preparado para esto.  Esta información es vital porque de ella dependerá lo que vayamos a empacar.  Mi elección para esto es  Accuweather o Weather Channel, que brindan información de todas las regiones del mundo.  Pero no creas que con revisarla una semana antes es suficiente, como pude comprobar en mi último viaje a Nueva York el año pasado.   Dejé de seguirle la pista al pronóstico del tiempo una semana antes, pues estaba muy ocupada, y al arribar me encontré con la sorpresa de que, como consecuencia del huracán Harvey, las temperaturas se habían desplomado por debajo de los 18 grados Celsius en pleno agosto, el mes más caluroso del año.  Por supuesto, no iba preparada para esto y tuve una buena excusa para ir de compras!