El Museo Metropolitano de Arte

El Museo Metropolitano de Arte es de una enormidad asombrosa, ubicado en terrenos del Central Park en la Quinta Avenida, entre las calles 80 y 84, con su majestuosa entrada justo frente a la 82.   La fachada, de estilo neoclásico, y sus vastas escaleras le dan ese toque de grandiosidad tan común a los museos de principios del siglo XX.

El Met, como se le conoce comúnmente, posee grandes colecciones de los mejores artistas del mundo, pero también salas arqueológicas, como la egipcia.  Una sola visita no permite ver mucho, por lo inmenso de la edificación y la vastedad de su colección, pero puedo contarles que la Sala Egipcia es impresionante no sólo por lo bien conservado de sus piezas originales y la interpretación de situaciones cotidianas que hace, sino también por la grandiosidad de la puesta en escena del Templo de Dendur, que invita a la meditación.

En el segundo piso están los artistas europeos de distintas épocas, en una serie de salas interconectadas.  Mi interés eran los impresionistas, pero después de recorrer un sinfín de salas sin encontrarlos, decidimos preguntar para ahorrar tiempo, pues se acercaba la hora de cierre del museo.  Así que una semana después volví para poder disfrutarlos a mis anchas.

Además de las colecciones permanentes, el museo presenta exhibiciones itinerantes o de préstamo de otros museos.  Tal es el caso de la exhibición de vestuarios papales llamada Heavenly Bodies (Cuerpos Celestiales) que tuve la oportunidad de visitar y la cual era sólo una muestra de los, muy lujosos, atuendos de algunos de los papas.  Por ejemplo, casullas y palios bordados con hilos de oro e incrustaciones de perlas y piedras preciosas. Particularmente impresionantes me resultaron las varias mitras y «tiaras» de Pío X, una hasta con diamantes y otras piedras preciosas.  Las cruces, los báculos, los anillos de pescador, en fin, toda la gama de vestuario y accesorios papales en los más exquisitos materiales y diseños…alucinante, por decir lo menos!  Lástima que no era permitido tomar fotografías de esa parte, pero sí de los vestidos inspirados en éstos y que fueron lucidos por diversas celebridades en la Gala del Met de este año.

Entre ambas visitas, estuve unas seis horas en el Met y, ni así, logré ver todas las salas, pero pude disfrutar de mucho arte en distintas manifestaciones como esculturas, pinturas, mobiliario, artículos utilitarios, escenas y, hasta un jardín en la azotea desde el cual se divisa Central Park y hermosos edificios de la ciudad.