¿Vuelos baratos?…ni tanto.

Nunca he usado una aerolínea de bajo costo, pero mi experiencia con boletos en «oferta» en dos de las grandes aerolíneas norteamericanas no ha sido tan barata y, tampoco, agradable.

En una, haciendo conexión en una ciudad del sur de los Estados Unidos, nos tomó 15 horas llegar a nuestro destino, lo que implicó comer y tener que utilizar transporte privado al llegar al destino final, dinero que no habríamos gastado si no hubiéramos tardado tanto en llegar.  Por supuesto, ese primer día fue totalmente perdido, tanto por la hora de llegada como por el cansancio de tantas horas en camino, básicamente, llegamos a dormir.  En comparación, un vuelo directo nos habría tomado cinco horas, habríamos llegado pasado el mediodía, pudiendo iniciar nuestro paseo el mismo día.

En la segunda oportunidad, tomamos un vuelo directo, internacional, de seis horas de duración y sólo nos dieron un minúsculo sobre de algo que no llegaba a maní con un vasito de 7 onzas de bebida como único alimento de cortesía.  Si queríamos comer algo decente, tan decente como se puede obtener en un avión, debíamos comprarlo a bordo a precios nada razonables.  Encima, sólo podíamos registrar una maleta, así que al retorno, tuve que pagar extra porque no quería tener que lidiar con la consabida falta de espacio en la cabina para el equipaje de mano.

Después de esto, y también de hechos muy publicitados en los noticieros, acerca de maltratos a pasajeros y pésima atención al cliente, decidí eliminar ambas aerolíneas de mi lista.

En cuanto a las de bajo costo, no he probado aún ninguna porque, para comenzar, los horarios de vuelo son inconvenientes, por decir lo menos, pues la mayoría sale o llega de madrugada.  No puedo dormir en los aviones, así que viajar a esas horas no me funciona, en absoluto.  Adicionalmente, en la mayoría de los casos, no son vuelos directos, sino que hay que conectar con algún otro vuelo que sale 12 o 14 horas después de arribar al punto de conexión.  La única ventaja de esto es que, si el vuelo de origen se retrasa, no perdería la conexión pero…¿Qué hace uno con tanto tiempo entre manos si llega a medianoche a un sitio?  Contratar un hotel desvirtúa, totalmente, el propósito de tomar un vuelo de bajo costo, pues añade una suma importante al presupuesto, sin contar traslados y comidas durante esas horas.  Si decidimos quedarnos en el aeropuerto, comer cuesta una fortuna y dormir mientras se espera el vuelo es algo que vemos mucho, pero la verdad, a mi no me gusta la idea.  ¿Quién me garantiza que mi equipaje y yo estaremos seguros?

Luego, las limitaciones del equipaje y los costos si llevas más que equipaje de mano, cada pieza adicional que se registre hay que pagarla.  Si vamos sumando, ya casi tenemos el precio de un pasaje en un vuelo directo en aerolínea regular, en un horario conveniente, que llegue a tiempo y nos brinde alimento de cortesía durante un vuelo internacional que sobrepase las tres horas.

En mi libro, el dinero es recuperable, pero el tiempo y el sueño perdido, no.

Organizando un viaje

Hay muchas cosas a tomar en cuenta al momento de organizar un viaje.  Primero tenemos que seleccionar el destino y la época del año en que queremos o podemos viajar.  Luego se inicia la investigación sobre vuelos, hospedajes, seguros, requerimientos legales, actividades, tours, distancias entre sitios de interés, medios de transporte, sitios para comer…en fin, si es un lugar que no se conoce y donde no tenemos amistades, hay que documentarse bien para no tener problemas.

Si tenemos flexibilidad de tiempo o elegimos el destino primero para luego planificar nuestras vacaciones en la fecha más adecuada, podemos iniciar la investigación determinando qué fechas son menos costosas, más tranquilas, menos frías o calurosas, dependiendo de nuestras preferencias o presupuesto.  Por regla general, en las regiones de cuatro estaciones, los meses de transición entre temporadas (mayo, junio, septiembre y octubre) son más agradables en cuanto a clima  y los meses más crudos del invierno suelen ser los de tarifas más bajas.  En las regiones tropicales, esto varía dependiendo de qué continente u océano se trata,  y cuál es su ubicación con respecto a la línea ecuatorial.

Cada destino tiene sus particularidades, por lo que hay que hacer la investigación de forma específica.  Puede ser que en septiembre es más económico viajar a Europa, pero si se decide ir a una ciudad que tiene festividades o convenciones en esas fechas, todo se encarece.  Es muy importante estar prevenido de estas situaciones antes de pagar pasajes o nuestro presupuesto puede sufrir un gran golpe con el hospedaje, o peor aún, no encontrar hospedaje disponible.    Por lo general, se dispone de 24 a 48 horas para pagar los pasajes, una vez reservados, por lo que recomiendo verificar el hospedaje antes y luego reservar ambos el mismo día.

Si lo que tenemos es una fecha específica (vacaciones fijas o un evento al que queremos asistir), entonces es conveniente planificar con mayor anticipación para lograr las mejores tarifas si es una época de mucho movimiento o en temporada alta.  Si el evento es muy especial podría atraer mucha gente de otras ciudades o países, lo que provocaría aumentos en las tarifas de vuelos y hospedajes.  Viajar durante las fiestas de fin de año es un ejemplo de esto y reservar vuelos y hoteles con mucha anticipación les puede ahorrar muchos dólares y dolores de cabeza.

Lo primero que hago cuando quiero visitar una ciudad es buscar el sitio web de la oficina de turismo de la misma  como punto de referencia.  Si no hay un sitio web oficial de turismo de la ciudad, busco el del país y parto desde allí.  En estos sitios se condensa información importante sobre costumbres y cultura, transporte, requerimientos legales, sitios de interés, eventos, actividades, aparte de hospedajes y tours.  Es sumamente importante asegurarse de que nuestros documentos de viaje cumplen con los requisitos del país que visitemos, así que, de no encontrar un sitio turístico del mismo, recomiendo informarse en el consultado respectivo.  Adicionalmente, Google es un recurso muy valioso para encontrar información respecto a cualquier lugar del mundo y, si se trata de un lugar considerado turístico, TripAdvisor es una fuente de información importante.

En cuanto a vuelos, Google Flights es mi sitio favorito para investigar cómo llegar a un sitio y para darle seguimiento a las tarifas aéreas.  Es muy fácil de usar, sólo le indicas las ciudades o aeropuertos de salida y llegada, si el vuelo es ida y retorno o sólo una vuelta, cuántos pasajeros, en qué sección, las fechas deseadas y, en cuestión de segundos, tendrás una lista de vuelos, aerolíneas, horarios, escalas  y tarifas para elegir.  Puedes refinar la búsqueda indicando si deseas vuelos con o sin escala y cuántas, aeropuertos de conexión, precio, horarios, aerolínea y duración del vuelo.  De la lista, se selecciona el vuelo de preferencia de ida y luego el de retorno, dando como resultado un itinerario con enlaces para hacer las reservas, según tarifas y la posibilidad de recibir o compartir el itinerario por correo electrónico y darle seguimiento al precio.  Cada vez que cambie la tarifa, recibirás un correo con la información, más fácil, imposible.

Para búsqueda de hospedaje, Trivago o TripAdvisor pueden ser de mucha ayuda, incluso si tiene algún programa de lealtad con alguna cadena de hoteles, pues le suministran información adicional como ubicación, sistemas de transporte público y actividades/sitios/restaurantes cercanos y muchos comentarios/opiniones de huéspedes, así como la posibilidad de filtrar las preferencias (Desayunos, vecindario, amenidades, etc.) y listarlos por puntuación, presupuesto, localización y otros.  Son sistemas que nos ahorran una considerable cantidad de tiempo, brindándonos información actualizada de muchas opciones de hospedaje.  No hay que perder de vista que estos sitios web son agencias de viajes en línea, por lo que podría darse el caso de que los primeros resultados sean propuestas de sus clientes preferenciales.  Eso no les resta credibilidad, lo comento sólo para que estén informados.   En mi caso, investigo con ellos, pero siempre voy al sitio web del propio hotel para comparar y ver si tienen alguna oferta o mejor tarifa por reservar directo.

Algo muy importante que mucha gente no revisa durante la organización de un viaje, es el clima. Hay sitios donde el clima es tan cambiante que la variación en temperaturas puede ser de 10 grados en unas cuántas horas y se debe ir preparado para esto.  Esta información es vital porque de ella dependerá lo que vayamos a empacar.  Mi elección para esto es  Accuweather o Weather Channel, que brindan información de todas las regiones del mundo.  Pero no creas que con revisarla una semana antes es suficiente, como pude comprobar en mi último viaje a Nueva York el año pasado.   Dejé de seguirle la pista al pronóstico del tiempo una semana antes, pues estaba muy ocupada, y al arribar me encontré con la sorpresa de que, como consecuencia del huracán Harvey, las temperaturas se habían desplomado por debajo de los 18 grados Celsius en pleno agosto, el mes más caluroso del año.  Por supuesto, no iba preparada para esto y tuve una buena excusa para ir de compras!